viernes, 14 de junio de 2013

Nueva Casa de Oración y Reflexión en González Catán


 Las Casas de Oración y Reflexión se multiplican.

El jueves 13 de julio por la tarde comenzó a funcionar una nueva Casa de Oración y Reflexión en las instalaciones del comedor comunitario “El Flaco” (Asoc. Casa de todos), ubicado en Icalma 7320 de González Catán – Prov. Bs. As.

Luego de un largo camino de oración, discernimiento y acompañamiento pastoral a un grupo de hermanos/as, se dio inicio a esta nueva experiencia. La apertura estuvo a cargo de los Pastores Diego Mendieta y Gabriela Guerreros, integrantes de la Pastoral de la Comunidad Pentecostal Dimensión de Fe.

Las COyR -propuestas por dicha comunidad- reproducen, recuperan y reactualizan las características y el dinamismo de las primeras comunidades cristianas, adaptándolas a los tiempos actuales. Allí se comparten la oración, cantos comunitarios, peticiones, agradecimientos alrededor de una lectura popular y comunitaria de la Biblia, partiendo de la vida cotidiana.

La nueva Casa de Oración y Reflexión en G. Catán nace también con el propósito de recuperar la vida litúrgica en el histórico comedor del barrio La Gloria, fundado por el Pastor Carlos Domingo Guerreros, quien sostuvo la predicación del Evangelio desde el 1992 hasta el 2008.

La presidenta de la Asociación Casa de Todos Agustina Guerreros, sostuvo: “Nos alegra mucho, porque fortalece el trabajo que venimos haciendo” y añadió: “Lo que hoy es el comedor comenzó en 1992, nació desde la identificación del hambre, de la desocupación de los/as hermanos/as, en una pequeña reunión de oración”

Que Dios siga bendiciendo y propiciando estos espacios de fe y fortaleza.


Por Casas de Oración y Reflexión de la Comunidad Dimensión de Fe, una Iglesia de todos y para todos... Of. Manuel Artigas 6989 - Capital Federal - República Argentina Tel. (011)39722935

jueves, 6 de junio de 2013

Reflexión Pastoral: UN EVANGELIO ENCARNADO

UN EVANGELIO ENCARNADO

Texto: San Mateo 10: 5-16

La misión para las y los discípulos de ayer y de hoy es clara: proclamar el Reino de Dios. Un Reino que estaba cerca y que ahora, por Jesús, está en medio de nosotros liberando a pueblos de la esclavitud, llenando la mesa de alimentos como fruto del trabajo y de la lucha de las y los trabajadores, trayendo justicia sobre el perverso y el violento y devolviéndonos la dignidad.

En el texto de hoy, Jesús llama a los Doce y los envía con instrucciones claras y precisas. Aquí el primer desafío, las y los que sentimos el llamado a seguirle y queremos ser sus discípulos y discípulas, debemos seguir con fidelidad sus instrucciones; las que hay que releer y reinterpretar a la luz del contexto (social, político, económico, cultural y religioso) que nos rodea y en el que se desarrollan nuestras vidas, pues estas hacen al carácter y a los atributos que deben tener los cristianos y cristianas del Siglo XXI.

Con este envío misionero comienza una nueva etapa en el aprendizaje de la escuela discipular que siempre está abierta para todas y todos. Jesús comparte con sus seguidores y nos invita a cada uno/a de nosotros/as a la obra liberadora de Dios.

Ahora no es sólo Jesús, es todo el grupo el que va a anunciar la Buena Nueva del Reino de Dios. Si el testimonio, la predicación y la opción de Jesús por las y los excluidos ya eran causa de escándalos y conflictos, con el testimonio, la predicación y la opción de una comunidad, se intensificarían.

En el tiempo de Jesús había otros movimientos políticos-religiosos que también predicaban sus doctrinas: caminaban los pueblos pero llevaban dinero para comprar su propio alimento, porque desconfiaban de la comida impura del pueblo empobrecido por el Imperio. Jesús impulsa su movimiento popular llamando desde la sencillez, la humildad y la confianza, invitando a encarnarse en la vida de los pueblos, a compartir sus dolores y esperanzas, enviando a solucionar problemas concretos de la comunidad como signos del Reino de Dios y su Justicia.

La cristiandad del Siglo XXI es llamada a pregonar la Buena Noticia, que siempre es buena y es noticia: somos llamados/as a globalizar la justicia; a promover la paz y los derechos fundamentales para vivir la vida; a luchar por la erradicación de la violencia en todas sus formas; a sembrar la semilla de esperanza; a dejar el buro y bajar a Dios de las nubes, a sacar a Jesús de los templos y llevarlo a la fabrica, al mercado, a la plaza, a la escuela y la universidad, a los campos y a cada rincón de nuestros pueblos.


Para pensar:
Una buena lectura de la realidad,con respuestas humildes y concretas,traerá ríos de paz a nuestras comunidades.

Por Casas de Oración y Reflexión de la Comunidad Dimensión de Fe, una Iglesia de todos y para todos... Of. Manuel Artigas 6989 - Capital Federal - República Argentina Tel. (011)39722935

lunes, 3 de junio de 2013

Reflexión Pastoral: IGLESIA: ¿CASA DE ORACIÓN O CUEVA DE LADRONES?

IGLESIA: ¿CASA DE ORACIÓN O CUEVA DE LADRONES?
San Marcos 11: 11-26

La higuera era una planta muy frondosa, pero no tenía frutos.
La Casa del Señor está llamada a dar frutos de vida, debe ser Casa de oración para todo el mundo, para todas las personas sin distinción, para los pueblos.

El ejercicio de la oración consciente y genuina nos hace profundizar en la capacidad de escuchar al Dios de la Vida que nos habla a través de su Palabra, de la comunión fraterna como hermanos/as y del clamor sufrido de pobres y postergados/as.
En otras palabras: la Casa del Señor debe ser escuela de oración que nos abra y aliente a escuchar “con un oído en el pueblo y el otro en el Evangelio” (Enrique Angelelli). El discípulo que aprende a escuchar de esta manera, y no usa la oración como escapismo, se abrirá a dar una respuesta comprometida que dé frutos abundantes.

Si la casa se convirtió en cueva de ladrones, en lugar de dar los frutos esperados, será un lugar estéril desde su misma raíz. No producirá frutos. En vez de alimentar de esperanza a los pueblos que tienen hambre y sed de justicia y de paz, hambre del Reino, se trasformará en una herramienta más de sometimiento y exclusión.

Las y los discípulos que somos llamados a propagar la buena noticia de liberación tenemos la responsabilidad de construir y ser una Iglesia-comunidad, servidora de los pobres, casa del pueblo, de puertas abiertas y corazón misionero.

Para reflexionar:Teniendo en cuenta el contexto actual (social, político, religioso, cultural y económico) de nuestros barrios o pueblo:
- ¿Es posible transformar o construir la Casa del Señor, la Iglesia, como una herramienta de liberación generadora de esperanza?
- ¿Cuál es el rol que cumplen o pueden cumplir nuestras Casas de Oración y Reflexión?

Por Casas de Oración y Reflexión de la Comunidad Dimensión de Fe, una Iglesia de todos y para todos... Of. Manuel Artigas 6989 - Capital Federal - República Argentina Tel. (011)39722935

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